Aprendizaje acelerado de lenguas


Introducción

La gente se sorprende cuando le digo que aprendí una lengua a un nivel conversacional en menos de un trimestre. Y que no soy especial y ellos también pueden. Obviamente, hay una letra pequeña. Todo depende de nuestro previo bagaje lingüístico y de la lengua que vayamos a aprender, y, sobre todo, de si aplicamos las estrategias de aprendizaje de lenguas que ya prefiguramos en el artículo anterior.

Aun si el bagaje lingüístico previo no fuese favorable, aprender una lengua a un nivel conversacional requiere menos tiempo de lo que muchos parecen creer.

Fue en el verano de 2014 cuando decidí aprender interlingua. Al principio del año académico 2014 / 2015, a mediados de septiembre, ya mantenía conversaciones en interlingua. No lo hablaba fluido. Aún cometía errores y necesitaba un diccionario si el tema se volvía muy complicado. Pero mantenía conversaciones. Cuatro años más tarde, repetí esta misma experiencia con el italiano. Comenzó el verano y comenzó mi estudio de la lengua de Dante. Al comenzar el año académico, pude mantener conversaciones (sí, con algunas faltas gramaticales y de vez en cuando tenía que preguntar «¿cómo se dice X en italiano?») con las estudiantes de Erasmus italianas que conocí ese año.

Aprender una lengua rápida y eficazmente tiene que ver con las estrategias que utilizamos, no con una inteligencia innata.

La ciencia tras el aprendizaje de lenguas

En otra publicación, ya tratamos un poco la formación de recuerdos. Échale un vistazo para tener una primera idea sobre qué hablamos.

La adquisición del lenguaje implica varios procesos cognitivos, incluyendo la neuroplasticidad y la formación de la memoria. La neuroplasticidad se refiere a la capacidad del cerebro para reorganizarse formando nuevas conexiones neuronales, lo que es esencial para aprender un nuevo idioma. Al exponerse a una lengua, el cerebro fortalece las vías sinápticas en áreas como las regiones de Broca y Wernicke, responsables de la producción y comprensión del habla. La memoria juega un papel clave: la memoria de trabajo procesa nuevo vocabulario y gramática, mientras que la memoria a largo plazo los almacena para su uso futuro. La repetición y el contexto significativo mejoran la retención, haciendo del aprendizaje de idiomas un proceso cognitivo activo y adaptable.

Diversos estudios han demostrado la eficacia de la inmersión en la adquisición de idiomas, ya que la exposición constante a un entorno lingüístico favorece la fluidez y la comprensión. La repetición espaciada, basada en la revisión de información en intervalos crecientes, optimiza la consolidación de la memoria a largo plazo. Asimismo, el recuerdo activo, que consiste en recuperar activamente la información en lugar de solo repasarla pasivamente, fortalece las conexiones neuronales y mejora la retención. Estas estrategias combinadas facilitan un aprendizaje de idiomas más eficiente y duradero.

Así, aunque sé que algunos políglotas conocidos en la red se oponen al uso de Anki para repasar vocabulario, considero que se trata de una herramienta muy efectiva, aunque ha de usarse en combinación con otras.

Identificar y superar barreras

El aprendizaje de un idioma puede verse afectado por diversas barreras que dificultan el progreso. Entre las más comunes se encuentran la falta de tiempo, el miedo al fracaso, la baja motivación y la incertidumbre sobre cómo comenzar.

Si tienes un horario complicado, con muchas obligaciones (trabajo, niños, otros estudios), hay dos cosas que vas a necesitar: saber cómo mejorar tus capacidades de gestión del tiempo y aprovechar periodos cortos. Puedes usar apps para esto, como para todo ya, pero personalmente prefiero el analógico bolígrafo y papel. Cada día, me preparo el horario de lo que voy a hacer durante dicho día y reservo tiempo para mi estudio, aun si son quince minutos. Guardo ese tiempito y me leo un artículo en la lengua que estoy aprendiendo o cinco páginas de la novela del momento. Además, intento aprovechar los momentos en que me desplazo (¿tengo que hacer la compra? Pues me pongo un pódcast) o tengo que esperar por alguien.

Cambiar la mentalidad es clave para un aprendizaje efectivo. En lugar de ver los errores como fracasos, es útil considerarlos hitos en el proceso de adquisición de un idioma. Cada error es una oportunidad de mejora y un paso más hacia la fluidez. Además, gamificar el progreso puede hacer que el aprendizaje sea más motivador y constante. Aplicaciones y desafíos, como mantener rachas de estudio diarias o acumular puntos por completar ejercicios, refuerzan la disciplina y crean un hábito. Convertir el aprendizaje en un juego ayuda a reducir la frustración y mantener el entusiasmo a largo plazo.

Principio clave: máxima exposición

Ya hablamos en el primer artículo sobre aprendizaje de lenguas sobre la importancia esencial de exponerse a la lengua que estamos aprendiendo.

La inmersión es una de las formas más efectivas de adquirir un idioma, pero no es necesario mudarse al extranjero para lograrla. En el mundo interconectado de hoy, los estudiantes pueden crear un entorno inmersivo dondequiera que estén, incorporando estratégicamente el idioma objetivo en su vida diaria. Como ya escribí en aquel artículo, todo comenzó para mí con nada más que un móvil con conexión a internet.

La exposición activa y pasiva juega un papel crucial en la adquisición del lenguaje. La exposición activa, como hablar y escribir, fortalece la memoria y la capacidad de producción, mientras que la exposición pasiva, como escuchar música o ver videos, ayuda con la comprensión y la asimilación natural de los patrones del idioma. Ambas formas trabajan juntas para mejorar la fluidez y la confianza con el tiempo.

Configurar un entorno inmersivo comienza con pequeños cambios significativos. Un paso simple es cambiar la configuración del teléfono y las aplicaciones al idioma objetivo, lo que obliga a interactuar con el idioma a diario, reforzando vocabulario y estructuras de manera natural. De manera similar, consumir medios en el idioma objetivo es esencial. Usar subtítulos bilingües al ver programas o películas ayuda a reducir las brechas de comprensión al proporcionar contexto y apoyo visual. Con el tiempo, los estudiantes pueden pasar a subtítulos solo en el idioma objetivo o incluso eliminarlos por completo.

Otras estrategias incluyen escuchar pódcast o audiolibros, seguir cuentas en redes sociales en el idioma objetivo y pensar en el idioma durante las actividades diarias. Interactuar con hablantes nativos a través de comunidades en línea o intercambios de idiomas también puede mejorar la inmersión.

Al crear un entorno lingüístico rico, los estudiantes pueden simular muchos de los beneficios de vivir en el extranjero sin salir de casa.

Con mi sexta lengua, el francés, tuve la suerte finalmente de crear una inmersión en el país donde nació dicha lengua, Francia. Aquí, para cambiar a veces el entorno de aprendizaje y que no sea muy de bolígrafo y sea más de vivir la lengua, en ocasiones juego al ajedrez en la biblioteca de la ciudad, mientras mantengo conversaciones con mis contrincantes.

Aprovechando el conocimiento previo

Como ya señalamos también en el artículo previo, aprovechar los conocimientos previos es una estrategia clave para aprender un nuevo idioma de manera más eficiente. El concepto de «language leverage» se basa en utilizar similitudes entre los idiomas que ya conocemos y el idioma objetivo para acelerar el proceso de adquisición.

Una de las formas más evidentes de aplicar esta estrategia es a través de los cognados, palabras que comparten un origen común y tienen significados similares. Por ejemplo, «nation» en inglés es nazione en italiano y nación en español. Identificar estos paralelismos ayuda a ampliar el vocabulario rápidamente sin esfuerzo excesivo.

Otra ventaja es el reconocimiento de estructuras gramaticales compartidas. Por ejemplo, quienes hablan español pueden transferir su conocimiento del subjuntivo al francés, ya que ambos idiomas lo utilizan en contextos similares.

Aprovechar estos puntos en común permite reducir la carga cognitiva y enfocarse en las diferencias, facilitando así una transición más fluida al nuevo idioma.

Este conocimiento, personalmente, me permite ser capaz de comprender las palabras o construcciones ajenas a la lengua que enseño que usan mis estudiantes, por lo que puedo más fácilmente explicar el buen uso, incluso comparando directamente con la lengua que identifiqué en el uso de mi estudiante. Por ejemplo, con mi estudiante de interlingua checo (quien también habla inglés y esperanto), puedo entender instantáneamente las palabras en esperanto que, como interferencia, se le cuelan en el habla en nuestras prácticas orales. Algunas fácilmente inteligibles sin conocimiento de esperanto, como jes o en, y otras que requieren conocer la lengua de Zamenhof, como ol.

Recuerdo particularmente su uso de una construcción muy común en esperanto, con una gramática aglutinante, ajena a interlingua. Su frase «nos jocava tabula-jocos», calco del esperantista «ni ludis tabulludojn» me chocaba instantáneamente y, un par de segundos más tarde, al comprender por qué realizó dicha construcción, le pude explicar que interlingua usa construcciones complementarias para expresar este tipo de ideas: joco de tabula (juego de mesa).

Puedes usar estas mismas estrategias en tu cabeza al aprender lenguas que comparten vocabulario o construcciones similares.

Técnicas e instrumentos


Para aprender un idioma de manera efectiva, es fundamental emplear métodos prácticos que optimicen la retención y el uso del lenguaje. A continuación, te presento algunas estrategias clave:

Shadowing


El shadowing consiste en repetir el audio de un hablante nativo mientras se escucha, imitando su pronunciación y ritmo. Este método ayuda a mejorar la entonación y la fluidez oral. Una manera efectiva de practicarlo es con podcasts o audiolibros, intentando seguir la voz sin pausas. En mi experiencia enseñando idiomas, los estudiantes que lo aplican regularmente ganan confianza en la pronunciación en menos tiempo.

Repetición Espaciada


La repetición espaciada es una técnica que optimiza la memorización a largo plazo mediante la revisión de información en intervalos crecientes. Aplicaciones como Anki (te prometo que no me paga por la publicidad) o Quizlet permiten organizar tarjetas de vocabulario y gramática, asegurando que las palabras se refuercen antes de ser olvidadas.

Intercambio de idiomas


Conversar con hablantes nativos es esencial para desarrollar habilidades comunicativas. Plataformas como Tandem o HelloTalk (he usado ambas en el pasado) facilitan el contacto con personas de todo el mundo, permitiendo la práctica en contextos reales. Personalmente, practicar con hablantes nativos me ha ayudado a perfeccionar estructuras gramaticales y expresiones coloquiales. Actualmente, creo que mi capacidad de hablar sobre ajedrez en francés ya alcanza el C1, ¡aunque mi francés general anda sobre el B2!

Lectura Intensiva

Recomiendo empezar con historias sencillas antes de avanzar a textos más complejos. Un estudiante mío comenzó con cuentos cortos y, en pocos meses, pudo leer artículos en el idioma objetivo sin dificultad. En la comunidad políglota, también es común releer un mismo libro a medida que añadimos idiomas a nuestro repertorio. Libros como la Biblia o El Principito son muy comunes en este tipo de prácticas. Lo que podemos aprovechar de esta práctica está claro: como conocemos el texto previamente, es más sencillo seguir la trama y podemos enforcarnos más en las diferencias a nivel lingüístico, sin tener que pelearnos con la historia.

Así, no puedo dejar de recomendarte que compres un mismo libro en varios idiomas. Pero, como siempre, no te guíes por «lo que tienes que leer», sino por lo que te atraiga y te parezca interesante. Personalmente, realizo esta práctica con libros de Tolkien, la trilogía La Materia Oscura de Pullman, y Lolita de Vladimir Nabokov.

Escucha Extensiva

Exponerse al idioma a través de pódcasts, audiolibros y música mejora la comprensión auditiva y la familiaridad con las estructuras lingüísticas. La clave es elegir contenido interesante y comprensible. Herramientas como LingQ (la cual aún no he puesto a prueba, pero algún día lo haré y te diré qué pienso de la misma) permiten leer y escuchar simultáneamente, facilitando la inmersión.

Aplicando estas estrategias de manera constante, cualquier estudiante puede progresar significativamente en su dominio de un idioma sin necesidad de mudarse al extranjero.

Es así como he conocido artistas en otras lenguas que me han enganchado, como Ultimo o la novela Io non ho paura en italiano, el grupo de rap brasileño Haikaiss (Rap Lord es una de mis canciones favoritas de rap) o al grandísimo actor francés Louis de Funès (si sabes francés, tienes que ver Les Aventures de Rabbi Jacob o Le Grande Vadrouille. No podrás parar de reír).

La importancia de la mentalidad

La mentalidad juega un papel crucial en el aprendizaje de idiomas. La perseverancia, la paciencia y la aceptación del fracaso son fundamentales para avanzar. Aprender un nuevo idioma puede ser desafiante, y a menudo, los errores son inevitables. Sin embargo, al ver estos fracasos como oportunidades para mejorar, podemos seguir adelante con más confianza. La clave está en mantener una actitud positiva y no rendirse ante los obstáculos.

Adoptar una mentalidad de crecimiento, que se basa en la creencia de que nuestras habilidades pueden mejorar con esfuerzo y dedicación, es esencial para lograr el éxito a largo plazo. Aquellos que tienen una mentalidad fija creen que sus capacidades son innatas y no pueden cambiar, lo que puede limitar su progreso. En cambio, quienes adoptan una mentalidad de crecimiento entienden que, a través de la práctica constante, pueden superar cualquier dificultad.

Para mantener la motivación en el proceso de aprendizaje, es importante celebrar los pequeños logros. Cada nuevo paso, como aprender una palabra o entender una estructura gramatical, debe ser reconocido y valorado. También es esencial establecer metas realistas. Si las metas son demasiado grandes o poco claras, puede resultar desmotivador no alcanzarlas. Por ello, es recomendable dividir las metas en objetivos más pequeños y alcanzables. Además, llevar un registro de los avances, por ejemplo, a través de un diario o una aplicación, ayuda a visualizar el progreso y a mantener la motivación alta.

Recuerda que el camino del aprendizaje es largo, pero con la mentalidad adecuada, cada esfuerzo te llevará más cerca de tu objetivo.

Me encantaría conocer tus metas o experiencias de aprendizaje. Comparte tus pensamientos en los comentarios, y juntos podremos apoyarnos en este viaje.

En conclusión


En resumen, hemos explorado métodos basados en la ciencia, estrategias prácticas y la importancia de mantener una mentalidad positiva al aprender un idioma. No olvides que la constancia, la paciencia y un enfoque estratégico son clave para el éxito. Aprender un idioma no solo abre puertas, sino que abre mundos. Cada nuevo idioma que dominas te permite acceder a nuevas culturas, ideas y perspectivas.

Y recuerda que si buscas un mentor de lenguas o un profesor de español, inglés o interlingua, puedes escribirme a contact@eduardoortegagonzalez.com para concertar tu primera sesión.

¡Feliz aprendizaje!


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